“No se aguanta más”. Con esa proclama como bandera de lucha colectiva, las trabajadoras y los trabajadores de Prensa de Córdoba realizan un paro de actividades, desde la 0 de este miércoles 11 de noviembre.

Es por 24 horas.

La medida de acción directa es el resultado de una discusión en las asambleas de base en las principales empresas de comunicación de la provincia, tanto de Capital como del Interior, como también en el plenario de delegados del sector gremial y en la Comisión Directiva del Círculo Sindical de la Prensa (Cispren).

Además, como consecuencia del lento avance en la mesa de negociación paritaria en el ámbito del Ministerio de Trabajo de la Nación debido a la insatisfactoria propuesta de incremento salarial que realizan las empresas.

Inactividad

El nivel de acatamiento es alto y se percibe en la lenta actualización de los portales de noticia.

Un párrafo aparte merece la lucha de las trabajadoras y los trabajadores en La Voz.

En la empresa del Grupo Clarín en Córdoba, a la insuficiente oferta salarial general se le suma en particular otra serie de reclamos; el más intenso y sostenido -por su impacto en la economía domésticas de los trabajadores- es la deuda que acumula la ex compañía editorial de la familia Remonda en concepto de vales de comida con quienes realizan teletrabajo debido a la pandemia.

Quienes cumplen servicio desde sus hogares -alrededor del 90% de la planta- no cobran el beneficio del 1,5% diario sobre el básico de redactor ($36.576) -como prevé el Convenio Colectivo en vigencia- desde el inicio de la cuarentena, el 20 de marzo último.

Recién el 2 de noviembre algunos trabajadores de La Voz comenzaron a recibir viandas en sus domicilios.

Por el asunto, se realizaron dos audiencias este mes en el ámbito del Ministerio de Trabajo de la Provincia sin que aún se haya encontrado la manera de regularizar la situación.

Además, se suma la falta de provisión de herramientas de la principal unidad de negocios de Clarín en Córdoba a quienes realizan teletrabajo, que además deben afrontar con recursos propios el desgaste de los elementos de trabajo (computadoras, por ejemplo) y el mayor consumo de servicios (internet, telefonía, electricidad, gas, etcétera).

Con el propósito de evitar el paro, las empresas pidieron a la autoridad laboral nacional la conciliación obligatoria, sin novedades hasta esta mañana.