Una comitiva de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y de la Central de Trabajadores Argentinos Autónoma (CTAA) de Córdoba se hizo presente en la huelga de distintos gremios ligados a la actividad aceitera y portuaria que se desarrolla en la planta de Dreyfus General Lagos, en las cercanías de Rosario (Santa Fe).

Allí se reunieron con la asamblea de la Federación de Aceiteros y Desmotadores de Algodón, encabezada por su secretario general Daniel Yofra, quienes desde hace tres semanas paralizan la actividad en todos los puertos y plantas del país.

Hace días, se plegaron a la medida los trabajadores de la Unión de Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (Urgara) y el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (Soea).

La madre de todas las batallas

“Esta es la madre de todas las batallas sindicales, el hecho político sindical más importante del año”, expresó el secretario general de ATE y CTAA, Federico Giuliani.

“Más que declamarla, a la solidaridad se la practica: están muy buenos los partes de prensa, pero sería mucho mejor que los dirigentes vengan, se solidaricen, acompañen en esta pelea de todos los días, poniendo el cuerpo”, enfatizó.

“Este es el hecho sindical más importante del 2020, marcado por la pandemia”, caracterizó el dirigente quien aseveró que “hoy no sólo se discuten los salarios, esos 93 mil pesos que debiera tener en sus bolsillos cualquier laburante, sino que se discute el monopolio del poder económico concentrado de la Argentina que se lleva el alimento que le falta a nuestro Pueblo: acá están los grupos más concentrados del país que tienen el oligopolio, los puertos propios y se llevan la riqueza sin rendirle cuentas a nadie”, remarcó Giuliani.

“Por acá se fugan los miles y miles de dólares de la Argentina. Hoy que ustedes se hayan plantado nos da una perspectiva para adelante importante”, destacó el secretario general de ATE y CTAA Córdoba.

 “Si les va bien a ustedes, le va a ir bien a la clase trabajadora en general”, infirió.

“Hay una gran crisis de representación en los sindicatos, en las iglesias del barrio, en los partidos: cuando irrumpen movimientos como este de los aceiteros, los laburantes empiezan a mirar”, destacó el dirigente que hizo referencia a la solidaridad que se construye en la acción de la clase trabajadora: “aunque esté el hecho mayormente invisibilizado por los grandes medios, nosotros apuntamos a la solidaridad de los dirigentes y los trabajadores: no creemos en la unidad de las grandes fotos de las superestructuras donde los dirigentes deben bendecir para que se produzca la unidad.

Todos juntos

Acá estamos, todos y todas juntas, construyendo desde el interior la unidad, y desde abajo para arriba y en la acción, que es lo importante. A lo largo y ancho del país hay mucha y muchos dirigentes sindicales valiosos, concluyó”.