Un «ciudadano ilustre» ahora desconocido por casi todos en Jesús María

Luis Magliano, de presidente de la Rural de Jesús María a prófugo de la Justicia.
POR: RUBÉN CURTO (*)

«Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas» / El Arriero, de Atahualpa Yupanqui.

La “bomba” mediática-judicial del escándalo en que está involucrado el ex presidente de la Sociedad Rural de Jesús María, Luis Magliano, explotó tarde (y mal, agregaría yo) en Jesús María. Lo hizo recién cuando los diarios La Nación y Clarín, ambos con intereses y fuerte presencia en los negocios agropecuarios, se hicieron eco de las denuncias de las empresas que dicen haber sido estafadas por Magliano, mediante el presunto robo de más de 3.500 vacas, valuadas en más de 150 millones de pesos.

Todo indica que Magliano se metió con pequeños productores, pero también con grandes jugadores del negocio, con suficiente poder de fuego como para ventilar el tema en medios nacionales y apurar el paso de la Justicia santiagueña, que ya oficializó el pedido de detención de Magliano, quien aún sigue prófugo.

En los medios de Córdoba, la onda expansiva tardó en llegar. Primero La Voz del Interior reflejó el tema con un título lavadísimo: “La Justicia investiga a una empresa agropecuaria de Córdoba por el faltante de novillos”, publicó, en su sección de Agro. Ni una mención a Magliano en el título, ni a su condición de dirigente de la Rural de Jesús María, ni muchísimo menos a su cercanía con el intendente Luis Picat, quien curiosamente sí fue retratado por los medios como “el hombre de la Rural de Jesús María que llegó a ser intendente”.

Luis Picat y Luis Magliano, inseparables amigos en la Rural y en la Municipalidad.

Magliano y la Rural tienen muy buena llegada (publicitaria y periodística) en los medios, lo que históricamente los convirtió en una suerte de “vacas sagradas” (¡otra vez vacas!, valga el término), poco menos que intocables. Pero informativamente el escenario cambió sólo cuando se conoció la orden de captura nacional e internacional de Magliano. Recién ahí el tema cobró peso en La Voz.

“Ordenan la captura nacional e internacional del cordobés Magliano por el robo de 3.500 vacunos”, fue esta vez el título… y ya en la sección de Policiales. No había forma ya de tapar el sol con las manos.

El poder suele recibir complacencia mediática. Y si es poder económico, mucho más aún. La Rural lo sabe muy bien e históricamente lo ha aprovechado. No iba a dejar de hacerlo en esta ocasión.

¿Y qué pasó en Jesús María con este mismo tema? En los primeros días de enero pasado, tomé conocimiento de que Magliano estaba en graves problemas económicos y que había pedido su convocatoria de acreedores. “Está hasta las manos. Dejó un tendal de más de 100 chacareros y la deuda sería de unos 5 millones… de dólares”, me dijo una fuente más que confiable. Esa información la verifiqué en los registros del Banco Central, donde la empresa de Magliano figuraba con las primeras decenas de cheques rechazados y deudas de todos los colores y tamaños con el sistema financiero.

Cielo empapelado con cheques

Hasta la semana pasada, esa cuenta registraba la friolera de 237 cheques devueltos por falta de fondos, por unos $35 millones. Es apenas la foto instantánea de cómo van quedando registradas en el sistema financiero las huellas de tremendo descalabro que investiga la Justicia.

De izquierda a derecha, Magliano, Massei, Schiaretti, Picat y el legislador Carlos Presas.

Justamente una de las dudas subyacentes en la causa es si esa deuda financiera es parte del mismo paquete que derivó en la venta de las vacas que Magliano había recibido para engorde en su feeedlot. O si, por el contrario, la venta de vacas ajenas fue para tapar otros agujeros financieros previos y también millonarios que Magliano afrontaba.

Pero volvamos a enero, y atentos a las fechas. El día 13 de ese mes, escribí y entregué al diario El Despertador esta la nota titulada La rebelión en la granja y la triple referencia política de Picat , donde daba cuenta por primera vez de los problemas financieros de Magliano, y también de cómo empezaba a impactar su situación personal a nivel institucional en la Rural. Esa nota se publicó efectivamente el día viernes 15 de enero (los viernes sale la edición impresa), pero ¡oh casualidad!, el mismo 13 la Rural decidió romper el hermetismo que había mantenido hasta el momento y blanqueó recién ahí ante los medios que Magliano pedía licencia como presidente de la entidad. Adujeron una “delicada situación patrimonial”, sin abundar para nada en detalles. Desde ahí, hasta el pasado viernes 26 de marzo, en que formalizó el recambio de autoridades, la entidad no volvió a referirse al asunto.

El flamante nuevo presidente, Pablo Martínez, circunscribió el tema Magliano a una cuestión personal de él, que en nada afectaría (según sus palabras) a la institución. Más de dos meses de silencio absoluto, que sólo se rompió con una declaración medida y de ocasión, del mencionado Martínez.

De algún lado te ubico

La mutación de Magliano y quienes lo rodean es notable. En cuestión de días pasó a ser casi como Carlos Menem en 1999, cuando, después de una década en el poder absoluto, nadie lo conocía ni lo había votado. Ahora sucede algo parecido. ¿Magliano? ¿Magliano, dice usted? No, la verdad que casi no lo conozco.

Parece que la Sociedad Rural de Jesús María y también la Municipalidad se llenaron de amnésicos y uno que otro Judas (lo niegan, lo niegan, y lo niegan).

Luis Magliano es un productor del norte cordobés, más precisamente de Las Peñas y reconocido militante/dirigente político en filas del radicalismo. Asumió como presidente de la Rural el 5 de mayo de 2018, en reemplazo de Luis Picat (antes había sido su vice en esa misma entidad), quien se preparaba para la campaña que lo llevaría a ser intendente un año después.

Magliano no fue un presidente más de la Rural. Es socio político y el hombre de confianza del hoy intendente Picat. Más aún: en los mentideros políticos se lo mencionó varias veces como uno de los nombres que barajaba Picat para su sucesión en el municipio en 2023.

Pulgar abajo

Antecedentes de la vinculación de ambos sobran. Fue a Magliano (y no a otro dirigente) a quien Picat dejó a cargo de la Rural en su ausencia. Es su hombre de confianza e integrante de la mesa chica del poder municipal, en la que se sientan, entre otros, el ex concejal José Capellino; el secretario de Gobierno, Federico Zárate; y como asesor político y (sobre todo) socio comercial el también ex intendente Marcelino Gatica, devenido en empresario desarrollista urbano.

En lo que a Picat respecta, Magliano tiene más llegada y ascendencia incluso que la mayoría de los secretarios del municipio y demás funcionarios de segundo orden. Que nadie se confunda. En Jesús María no gobierna sólo un proyecto político de la UCR aliada con parte del PJ: es también el proyecto de poder de la Sociedad Rural, con dos de sus ex presidentes y hombres fuertes como caras visibles.

Todavía puede verse en las redes la tradicional foto de cuando el intendente recién electo fue a ofrendar su triunfo electoral al gobernador Schiaretti. ¿Quién se sentó en esa mesa? Luis Magliano. ¿En calidad de qué, si no es cómo una de las patas centrales del armado político de Picat en Jesús María?

Fusión de poderes

“Jesús María, la ciudad administrada y gobernada por sus propios dueños”, me supo graficar un amigo, con inmejorable precisión. Ese mismo núcleo de poder es el que hoy mira para otro lado y desconoce a Magliano. Siga, siga, que aquí no ha pasado nada, sugieren a la sociedad jesusmariense. Y hablamos de la misma Sociedad Rural que acaba de abrochar con el municipio la construcción de la Terminal de Omnibus en un predio propio, quedándose con la explotación comercial por 99 años.

Picat y Magliano, flanqueado por dirigentes de la Sociedad Rural de JM.

Es la reaparición del mismo negocio que les truncó en 2017 el entonces intendente Gabriel Frizza, quien no aceptó las presiones de la Rural para hacer su propio juego, en desmedro de los intereses de la ciudad.

Pese a todos estos antecedentes, Picat tampoco emite sonido sobre Magliano. ¿Nada para decir? ¿Lo va a desconocer y le va a soltar la mano para despegarse? ¿Puede seguir mirando para otro lado, tratándose de alguien tan, pero tan de su riñón personal y político? Un oportuno aislamiento personal por ser contacto estrecho de un caso de covid positivo alejó por unos días al intendente de los micrófonos y cámaras. Igual, difícilmente algún medio le haga preguntas incómodas sobre el tema Magliano. La Rural dice defender a los productores agropecuarios, pero ¿quién defiende a los productores de presidentes de la Rural como Magliano? ¿O acaso los que entregaron de buena fe sus animales para engorde y luego se enteraron de que desaparecieron como por arte de magia, deben agachar la cabeza y aceptar? ¿Ellos no son el campo?

La misma entidad tan entusiasta a la hora de señalar presuntas corrupciones ajenas y promover todo tipo de marchas y escraches en defensa de la ley y la República, ¿cambió de patrones morales ahora que el salpicado es uno de los suyos, o mejor dicho: el más importante referente entre los suyos?

(*) Periodista independiente.

Sé el primero en comentar "Un «ciudadano ilustre» ahora desconocido por casi todos en Jesús María"

Deja un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada..


*