La calle no es un lugar para vivir

POR: FEDERICO FAGIOLI (*)

Acá estamos los nadies, para cambiar todo lo que deba ser cambiado. Nosotros, que no figuramos en los censos oficiales, que somos parte de un paisaje naturalizado, que nos convertimos en la normalización de la falta de derechos. Nosotros, que comemos las sobras que las grandes empresas tiran a la basura, que nos tapamos con los cartones y que tenemos las estrellas como techo.

Nosotros, que nacimos con el futuro escrito por unas pocas manos poderosas que nos marcaron a fuego todo lo que jamás podremos ser. Nosotros, los nadies, nos encontramos, nos miramos, nos abrazamos y nos organizamos. Así construimos alternativas que nos permiten romper ese destino inevitable y generar una vida más digna.

Ustedes nos conocen, nos ven cada día a cada paso.

Somos esos que atamos con alambre un mundo que nos quiere rotos. Así fuimos pensando alternativas, construyendo ideas y generando organización popular. Esa que nos llevó a ocupar una banca en el Congreso de la Nación o en cualquier otro espacio donde plantear nuestras ideas.

Porque esa realidad invivible, increíble, indeseable es nuestro piso, y desde ella aprendimos a pararnos y construir. Porque no aceptamos lo inevitable de un destino.

Proyecto de ley

Por todo esto generamos un proyecto de Ley que es capaz de modificar en términos reales y posibles la situación de miles de personas que viven en la calle. Ese proyecto que hoy se está tratando en comisiones.

No es fácil construir políticas públicas para «los nadies», en la cultura de la meritocracia tenemos que hacer un gran trabajo para hacernos visibles, para llegar al primer acuerdo básico: somos sujetos de derecho. Este trabajo es posible porque somos parte de esos territorios, porque sabemos lo que es dormir en la calle, porque pasamos noches de nervios ante el miedo de ser desalojados del alquiler que no podíamos pagar, porque no nos olvidamos de las cenas de mate cocido, pero sobre todo porque desde ahí supimos hacer algo con nuestra potencia para generar herramientas que nos permitan vivir mejor a todos.

Esa es la potencia de los sectores populares, la posibilidad creativa para resolver y cambiar el destino.

Este proyecto para personas en situación de calle y familias sin techo es una medida concreta e integral, que puede responder concretamente a una problemática amplia y compleja. Es un proyecto que abre un camino de derechos, un camino de ciudadanía, de restauración. Es un proyecto que viene a consolidarnos como una sociedad democrática, en la que realmente podamos caber todos y todas. Por eso vamos a trabajar hasta que sea ley.

En 2019 eran más de 7000 personas viviendo en la calle, más de 800 niños y niñas. Nadie nos lo contó, nosotros vimos, escuchamos y abrazamos a cada una de estas 7000 personas que hicimos visibles en un censo popular. No podemos permitir que nos vuelvan a olvidar. No lo vamos a permitir.

Cuando este proyecto se apruebe vamos a oficializar el censo junto al INDEC, vamos a volver a escuchar a cada persona en la red nacional de centros de integración social, vamos a velar por que el cupo de créditos para la vivienda se cumpla y porque se eviten los desalojos, este trabajo recién empieza. Pero acá estamos, los nadies, dispuestos a ser todo lo que también podes ser vos o cualquiera, dispuestos a seguir trabajando hasta que nuestras necesidades se conviertan en derechos y los derechos sean para todas y todos.

(*) Autor del proyecto elaborado con aportes de organizaciones sociales como Proyecto 7, Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y Nuestramérica.

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