El 4 de julio se conmemoró un nuevo aniversario de la masacre de San Patricio, en la que fueron asesinados los sacerdotes palotinos Pedro Dufau, Alfredo Leaden y Alfredo Kelly y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti, en el marco de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar.

En la madrugada del 4 de julio de 1976 los tres sacerdotes y los dos seminaristas se convirtieron en víctimas del terrorismo de Estado al ser masacrados cuando se hallaban en las dependencias de la parroquia de San Patricio en el marco del cumplimiento de su misión pastoral.

Compromiso con los desposeídos

Está fuera de discusión el compromiso que los cinco palotinos tenían con la sociedad argentina y con los que menos tienen. Ellos, junto al obispo Enrique Angelelli, al padre Carlos Mugica, al obispo de San Nicolás, Carlos Ponce de León, al sacerdote salesiano y barrendero uruguayo, Mauricio Silva Iribarnegaray, a las hermanas francesas Alice Domon y Léonie Duquet, y otros tantos hombres y mujeres de fe y compromiso, se encuentran entre los cientos de religiosos víctimas de la represión ilegal de la última dictadura militar, cuyos mártires no deben ser olvidados.

En abril del 2006, acompañamos al presidente Néstor Kirchner y al Jefe de Gabinete Alberto Fernández a un oficio religioso en San Patricio en homenaje a los mártires contemporáneos católicos y de otras confesiones, que contó con la presencia del entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio.

A su vez, el 4 de julio de ese mismo año, en el marco del 30° aniversario de la masacre, la entonces senadora Cristina Fernández de Kirchner, participó en la colocación de una placa conmemorativa. En el marco de la política de Estado de Memoria, Verdad y Justicia, durante la gestión de los cancilleres Rafael Bielsa, Jorge Taiana y Héctor Timerman, se inició un importante trabajo de búsqueda en los archivos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto que en el año 2011 concluyó en un acuerdo con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y la posterior formación de la Comisión de Relevamiento para la Recuperación de la Memoria Histórica, cuya labor finalizó con la desclasificación de la totalidad de los documentos reservados, confidenciales y secretos del período 1976-1983.

Espanto

Relata Eduardo Kimel en La masacre de San Patricio que aquel domingo 4 de julio el organista de la parroquia, camino a la misa y luego de casi media hora de espera, buscó la forma de ingresar, y al lograrlo se encontró con los cuerpos de los cinco palotinos baleados por la espalda.

Desde entonces, en el interior de la parroquia de San Patricio, año tras año, se evoca la memoria de los mártires, quienes supieron llevar adelante sus convicciones religiosas hasta el final de sus vidas. En el año 2016, con motivo del 40° aniversario de la masacre de San Patricio, la causa judicial volvió a impulsarse y la Congregación Católica Palotina anunció que se presentaría como querellante.

Hoy, como desde hace 45 años ya, los cinco palotinos siguen presentes con fuerza en la memoria de todos nosotros. Por ellos y por todas las víctimas del terrorismo de Estado, seguiremos trabajando por esclarecer los crímenes de lesa humanidad perpetrados en la Argentina durante la última dictadura militar.