Casi 4 millones de trabajadores perdieron sus empleos desde que comenzó la pandemia, de los cuales más de la mitad pertenecía al sector informal, según un informe elaborado por el Centro de Investigación y Formación de la CTA (Cifra).
El trabajo relevó que 56,6% de los puestos perdidos afectó a asalariados no registrados; 39,6%, no asalariados; y 3,8% a asalariados registrados, en una situación del mercado laboral inédita por las medidas adoptadas ante la pandemia y su consecuencia en la actividad económica.

El relevamiento cita que de acuerdo con información correspondiente al segundo trimestre del año de la Encuesta Permanente de Hogares proyectada a nivel nacional, la caída en la cantidad de empleo se acercó a los 4 millones de trabajadores.
Según esa conformación, la rápida reducción en los asalariados no registrados alcanzó a los 2,3 millones y en los no asalariados a 1,6 millones, mientras que los asalariados registrados pudieron estar relativamente más protegidos por una mayor regulación estatal.
El estudio aseguró que «la caída fue menor para los asalariados registrados debido a la prohibición de despidos aunada a la vigencia del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP)» que implementó el Gobierno nacional a poco de decretar el aislamiento obligatorio.
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